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Hace tiempo que tenemos pendientes algunos posts que hablan sobre las herramientas que usamos habitualmente para desarrollar nuestros juegos. En breve hablaremos sobre ellas, pero en esta ocasión, queremos hacer una muy ligera reflexión sobre la importancia de las herramientas frente a la creatividad a la hora de crear un videojuego.
Si comparamos nuestra metodología y herramientas habituales con las de otros equipos de desarrollo, probablemente haya diferencias sustanciales. No significa que nuestra forma de trabajar sea mejor o peor que otras. Simplemente es la adecuada para nosotros. La que favorece que, efectivamente, seamos capaces de crear un videojuego.
Cuando tomamos la decisión de dedicarnos a la creación de juegos, sabíamos que tendríamos que adaptar nuestros conocimientos y herramientas (te invitamos a leer más sobre nuestros perfiles profesionales originales). Pero siempre tuvimos claro que usaríamos herramientas que, independientemente de su potencial, tuviesen una buena curva de aprendizaje y nos permitiesen alcanzar nuestros objetivos progresivamente.
Es evidente que las herramientas pueden favorecer a la creatividad cuando nos permiten ir más allá de lo esperado, cuando no suponen un freno técnico para determinadas ideas. Pero lo que vemos a menudo cuando visitamos ciertos eventos o tenemos oportunidad de hablar con personas que intenta abrirse camino en el terreno independiente, es que la gente tiende a obsesionarse en exceso por la tecnología, por aprender a usar las herramientas más candentes y por aprender a dominar los recursos más complejos sin entender siquiera los más simples.
En el peor de los casos, el resultado de meses de esfuerzo y malabarismos técnicos es un subproducto de poca calidad pero, eso sí, portable a cualquier plataforma de la tierra. En otros casos, resultan proyectos tan complejos que acaban por no ver la luz jamás. En ninguno de los dos casos tendremos algo que ofrecer a un público con garantías.
En ocasiones, esto ocurre hasta el punto de que se pierde la perspectiva de la creación en su conjunto y hace que nos preguntemos: ¿dónde queda la experiencia de uso, la calidad artística, el concepto valiente…? ¿Qué tiene que ver todo eso con una herramienta?
“Es evidente que las herramientas pueden favorecer a la creatividad cuando nos permiten ir más allá de lo esperado, cuando no suponen un freno técnico para determinadas ideas”
No podemos prescindir de la tecnología, pero la realidad es que las herramientas solo interesan a los desarrolladores. Los jugadores perciben la calidad de lo que se pone en sus manos, independientemente de cómo ha sido creado.
Nuestra opinión es que la herramienta adecuada es la que te permite actuar con rapidez y la que hace que la conexión entre tus ideas y el resultado final sea rápida, cómoda y lo más transparente posible. ¿Esa herramienta es Unity para ti? Perfecto. ¿Es Game Maker? ¿Cocos2D? ¿Flash? ¿Game Salad? ¿Twine? ¿Construct?… ¡Genial también!
¿Y tú, qué opinas? ¿Sientes que en ocasiones la tecnología te impide desarrollar totalmente tu creatividad? ¿O todo lo contrario?
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